Corpografías Sonoras propuso un laboratorio de experimentación en el Centro Juvenil Giraluna, donde el conocimiento se construyó desde el movimiento, la escucha y la sensibilidad.
¿Qué puede revelarnos un cuerpo cuando dejamos de exigirle resultados y empezamos a escucharlo? Esta es la pregunta central que se hace la propuesta impulsada por Mariana y Valentina Kaplan que integra artes vivas, performance y sonido para activar nuevas formas de presencia, decisiones compartidas y aprendizajes más inclusivos. Un espacio donde cada cuerpo se convierte en territorio de exploración y creación colectiva.
El video que compartimos traduce una la experiencia: un encuentro donde educar también significó percibir, moverse y habitar el mundo de otra manera. Miralo acá