El espacio formativo, que se desarrolla desde 2018, busca enriquecer personal y profesionalmente a los educadores que impactan en la vida de 700 estudiantes diariamente.
El Centro Educativo Providencia inició el año con sus tradicionales Jornadas de Formación para educadores, un proyecto desarrollado junto a Fundación Itaú que se ha convertido en un pilar fundamental para el fortalecimiento de los equipos que integran los diversos programas educativos de la institución.
Las jornadas, que comenzaron a implementarse en 2018, están diseñadas como un espacio de encuentro, aprendizaje compartido y desarrollo profesional, donde los educadores profundizan en las orientaciones pedagógicas específicas de Providencia y se acercan a diversas metodologías y estrategias didácticas innovadoras.
Un espacio para crecer
Este espacio ofrece la posibilidad de seguir desarrollando herramientas para volcar en los diferentes programas y ponerlos al servicio de los 700 estudiantes que participan a diario en Providencia. Se trata de un espacio de reflexión para intercambiar sobre prácticas educativas.
En la edición 2025, las jornadas se enfocaron en profundizar la cultura institucional, poniendo especial énfasis en las opciones pedagógicas y el fortalecimiento de herramientas para los diferentes equipos. Los ejes centrales de formación incluyeron: educación plural para la construcción de entornos amigables para el aprendizaje, salud mental y desarrollo adolescente y metodologías activas para el diseño de propuestas inclusivas.
Para el desarrollo de estos contenidos, se contó con la participación de diversos profesionales especializados que acompañaron el proceso formativo.
Las Jornadas de Formación representan una valiosa oportunidad para crecer, intercambiar ideas y seguir incorporando conocimientos que desafían las prácticas de los equipos de educadores, enriqueciendo así la propuesta educativa de Providencia.
Sobre Centro Educativo Providencia
El Centro Educativo Providencia surgió en 1994 como resultado del trabajo conjunto entre familias del barrio y miembros laicos del Movimiento Apostólico de Schoenstatt, quienes, percibiendo la necesidad de un espacio educativo para niños, niñas, jóvenes y adolescentes, comenzaron a desarrollar actividades educativas y recreativas con voluntarios y vecinos.
Tras 30 años de trabajo ininterrumpido impulsando diferentes proyectos socioeducativos, actualmente reciben diariamente a 700 niños, niñas, adolescentes, jóvenes y sus familias. Su misión es acompañar y proteger su trayectoria educativa, asegurando que esta sea continúa y completa.
Para cumplir con este objetivo, trabajan a través de diferentes programas educativos: un CAIF, Club de Niños, Liceo, Centro Juvenil, Formación Laboral y un proyecto de atención a la salud mental de adolescentes y jóvenes.
