Como en todas las áreas de la actividad humana, la presencia de la mujer en la historia del arte universal es mucho menor que la de los artistas hombres. El Uruguay no es una excepción, pero en el contingente de artistas masculinos se abrieron espacio mujeres que -desde el siglo XIX hasta hoy- resultaron, varias de ellas, destacadas artistas. Es el caso de María Freire, y es el suyo en particular, porque no solo tuvo que hacerse de ese lugar en su época como artista mujer, sino que lo hizo desde un espacio muy particular, el del arte abstracto y el arte concreto. María Freire fue, entonces, una gran artista uruguaya pionera en el lenguaje abstraccionista-concreto que desarrolló junto a su compañero, José Pedro Costigliolo. Llevó su lenguaje pictórico a su expresión más objetiva, liberando totalmente a la obra de arte de su dependencia de la percepción real, mediante la creación de figuras y signos propios. Construyó así, un lenguaje que le es propio que manifiesta a través de las exploraciones sobre la forma y el color, y que se traduce en series.
Cristina Bausero
La exposición reúne 65 obras pertenecientes al Museo Blanes, al Museo Nacional de Artes Visuales y a colecciones privadas y se podrá visitarla abierta hasta el 15 de mayo de 2016.